La misteriosa Phoenix roebelenii

Phoenix roebelenii en Nong Nooch tropical Botanical Garden. Tailandia

En busca de Phoenix roebelenii:
La palmera de Xishuangbanna

Sasha Barrow.  Royal Botanic Gardens, Kew          Traducción e ilustración: José Grassia

El nombre Phoenix roebelenii se remonta a 1889, cuando James O’Brien describió una palmera enana proveniente de Indochina. Publicó una breve descripción e ilustración basada únicamente en material foliar, sin flores ni frutos, y bautizó la palmera con el nombre del coleccionista de orquídeas alemán Carl Roebelen, que la había recogido en Laos.

Sólo dos meses después, el propio Sr. Roebelen publicó unas breves notas sobre el hábito de la P roebelenii en su hábitat a orillas del río Mekong, en Laos, diciendo lo siguiente:

….“Crece en gran abundancia a lo largo de las orillas rocosas del majestuoso río Mekong, tan al norte como los 22° de latitud, y donde la temperatura desciende hasta los 5°C en diciembre y enero. Aunque busqué ansiosamente semillas y flores, no pude descubrir ninguna, pero los nativos me dijeron que los monos y los gatos salvajes son muy aficionados a las pequeñas bayas y las llevan a sus escondites, donde realmente pude encontrar miles de plántulas. Los tallos de esta graciosa palmera pigmea nunca alcanzan más de 60 cm de altura, y la planta suele crecer en grandes grupos.”

P roebelenii a orillas del Rio Mecong

La falta de flores y frutos con los que hacer una descripción completa de P. roebelenii llevó a confusión sobre la naturaleza y clasificación de la palmera, particularmente en lo que respecta a su relación con Phoenix loureiroi Kunth. ya que P. loureiroi se refiere a una palmera pequeña con un tallo grueso de hasta 60 cm de altura, descrita brevemente por João de Loureiro (1790) en Hue, Vietnam.

En ausencia de flores y frutos de P. roebelenii, 0doaro Beccari, el botánico italiano especializado en palmeras, consideraba que P. roebelenii era sinónimo de P. loureiroi en su monografía del género (Beccari 1890). Además, hizo de P. loureiroi una variedad de una especie india; Phoenix. humilis var. loureiroi.

Beccari revisó más tarde esta decisión y dio a P. roebelenii el estatus de especie, separada de P. loureiroi (Beccari 1910). Para entonces, P. roebelenii ya había florecido en Europa y los pétalos y sépalos claramente puntiagudos de la especie indicaban claramente a Beccari que P. roebelenii era única entre las especies asiáticas de Phoenix. De hecho, sólo otra especie del género presenta pétalos tan agudamente puntiagudos, P. reclinata Jacq. en África subtropical.

Otros testimonios de P. roebelenii en Indochina completaron la descripción de Roebelen. En 1923, A. Chevalier publicó las observaciones de M. Mieville de P. roebelenii en la parte alta del río Noire, cerca de Lai-Chan en el noroeste de Vietnam. La palmera se encontraba en las orillas escarpadas de los ríos a 200-400 m snm, entre 23-25° de latitud norte, creciendo en las grietas de grandes rocas calizas, y a veces en esquisto pizarroso. No se encontraba a más de 25 m de la orilla del río y, por consiguiente, todos los años era sumergida por las aguas altas, presumiblemente en la estación de las lluvias. En contraste con la descripción de Roebelen de una palmera enana de sólo 60 cm de altura, Mieville informa de palmeras de hasta 3 m de altura, a menudo con un tallo retorcido.

Marius Magalon  (l 930) publicó un relato de las palmeras de Indochina, incluida P. roebelenii, a la que describe como una palmera elegante, agrupada, con un tallo delgado a menudo retorcido y recurvado, de hasta 2 m de altura y unos 10 cm de diámetro, y anillada con cicatrices de la base de las hojas. El centro de cada cicatriz está marcado por un corto muñón, que son los restos vasculares de la cara adaxial de la vaina de la hoja.  Magalon informa de la presencia de P. roebelenii en regiones del norte de Vietnam, provincia de Yenbay, y en los bosques de la orilla derecha del Fleuve Rouge, cerca de Lai-Chau, y del valle del Nam Ou, en la región de Pak Lay, en Laos.

Este relato fue apoyado posteriormente por Gagnepain (1937) en «Flore Génerale de l’Indo-Chine», no dejando ninguna duda de que P. roebelenii es una especie bien definida de distribución limitada en las regiones septentrionales de Laos y Vietnam, y zonas de Yunnan en el suroeste de China (Shengji y Sanyang 1991).

P roebelenii en su hábitat natural

Phoenix roebelenii:  Hábitat

Toda esta información procedente de la bibliografía sugiere que P. roebelenii se encuentra estrechamente asociada a hábitats ribereños o acantilados costeros, ya que su hábito elegante y agrupado le permite sobrevivir a inundaciones potencialmente dañinas.

Recientes informes anónimos de Laos se suman a las observaciones de los primeros cazadores de plantas al señalar que P. roebelenii se encuentra realmente creciendo en los ríos. Este hábito reofítico es raro dentro de la familia de las palmeras, como señala Dransfield (1992). Yan Steenis (1981) define las plantas reofíticas como aquellas que crecen en el lecho de los ríos y arroyos, o al alcance de las crecientes, pero no más allá de las crecidas repentinas y transitorias.

 

Phoenix roebelenii: cultivo

Desde su introducción en Europa, P. roebelenii se ha convertido en una especie ornamental popular y ampliamente cultivada. La palmera que conocemos como P. roebelenii en cultivo es rígidamente erguida, normalmente pequeña y solitaria, y sin tallos lisos y pálidos. La P. roebelenii descrita por Chevalier, Magalon y Gagnepain, es una palmera mucho más alta, agrupada, con tallos retorcidos y a menudo pálidos.

Esto plantea una cuestión muy interesante. ¿Son realmente la misma especie la cultivada y la silvestre?

Tanto las formas cultivadas como las silvestres presentan en común una serie de características distintivas que sugieren que ambas son la misma especie P. roebelenii. Si es así, debemos preguntarnos por qué el hábito de la forma cultivada es diferente al de sus parientes silvestres.

1.Tal vez el cambio de hábitat y de ecología local de la palmera, asociado a su cultivo, sea el responsable de las diferencias de hábito. Miéville señaló por primera vez que el cultivo daba a la palmera «une belle ampleur» (una hermosa plenitud); las hojas colgaban en una graciosa curva y las hojas jóvenes formaban un racimo ligero y delgado en la parte superior.

2.Otra posibilidad es que la palmera cultivada, tan común en los jardines tropicales y subtropicales de todo el mundo, represente una única procedencia de la especie, es decir, que una colección original de unos pocos ejemplares de la forma más corta y de un solo tronco haya servido de original para todas las plantas cultivadas. Sin embargo, si este fuera el caso, entonces esperaríamos encontrar individuos de P. roebelenii en la naturaleza que son similares a la forma cultivada de un solo estípite. Y esto no ocurre, que yo sepa.

3.Hay que considerar una tercera hipótesis. Es posible, teniendo en cuenta la facilidad con la que las especies Phoenix se hibridan entre sí (Uhl y Dransfield 1987), que la P. roebelenii que conocemos en cultivo sea el producto de una serie de eventos de hibridación con otras especies de Phoenix cultivadas, y que en algún punto de estos eventos se perdiera la capacidad de ser multicaules.

Estado de conservación de P. roebelenii

A principios de este año, pasé cinco semanas en Tailandia estudiando y recogiendo especímenes de varias especies de Phoenix para la monografía del género en la que estoy trabajando. Una búsqueda bibliográfica en la biblioteca del Real Jardín Botánico de Kew me informó de que el trabajo de campo en Tailandia nos permitiría estudiar especímenes de P. loureiri, P. acaulis y P. paludosa, pero que P. roebelenii no se encontraría en estado silvestre en ese país, lo cual resultó ser cierto. Sin embargo, deambulando con John Dransfield por los  puestos de plantas del mercado de Bangkok, encontramos a la venta varias palmeras P. roebelenii, elegantes y agrupadas, de hasta 2 m de altura. Estaba claro que habían sido arrancadas de la naturaleza y trasladadas a la ciudad, donde se vendían por grandes sumas de dinero. ¿De dónde procedían estas plantas? Nadie lo sabía con certeza, pero parecía que se podían comprar en el Triángulo de Colden, junto al río Mekong, que forma una frontera natural entre Tailandia, Laos y Myanmar (Birmania).

Dos semanas después estaba allí, en la orilla del Mekong, mirando hacia Laos. Me acompañaba Rachan Phuma, del arboreto Huay Kaew de Chiang Mai, que se había ofrecido amablemente a acompañarme en esta búsqueda de P. roebelenii. Entre los puestos de venta de recuerdos para turistas, P. roebelenii estaba a la venta, a un precio muy elevado. Sólo pude obtener información limitada de las personas que vendían las palmeras: que son conocidas como “palmeras de Xishuangbanna” y que se recolectan del hábitat silvestre, río arriba en Yunnan, al suroeste de China.

Frustrados por no haber descubierto nada más sobre las palmeras, seguimos conduciendo por el Mekong hasta Chiang Saen, donde pudimos tomar la carretera principal de vuelta a Chiang Rai. A la salida pasamos por un campo en el que había cientos de ejemplares de P. roebelenii embolsadas.

Hasta entonces sólo habíamos visto a la venta pequeñas cantidades de esta palmera. Pero aquí, en Chiang Saen, había un verdadero bosque de P . roebelenii a la venta, que consistía en una considerable cantidad de individuos extraídos del estado silvestre en una cantidad que, teniendo en cuenta la limitada distribución natural de la especie, plantea serias dudas sobre la supervivencia de la palmera en su hábitat natural. Nos informó la vendedora que el comercio comenzó hace cinco años, con P. roebelenii recolectadas de forma silvestre en el norte de Laos. Al aumentar el comercio, la población natural de la palmera en Laos disminuyó hasta tal punto que los comerciantes tuvieron que aventurarse más lejos, en Xishuangbanna, Yunnan, para satisfacer la demanda.

En Xishuangbanna se dice que las palmeras se encuentran agrupadas en acantilados con vistas al Mekong, y tal vez incluso a lo largo de la orilla del río, lo que apoya aún más la hipótesis de que P. roebelenii es una especie reófita.

Cada año se transporta un gran cargamento por el Mekong desde Xishuangbanna durante la estación de lluvias que dura tres meses. Sólo entonces el río está lo suficientemente alto como para permitir tales envíos. De nuestra conversación con la vendedora se desprende que no habrá otro cargamento hasta dentro de varios años.

Las razones son tres:

En primer lugar, ahora hay un exceso de P. roebelenii a la venta en Chiang Saen, y el elevado precio limita seriamente el tamaño del mercado.

En segundo lugar, las poblaciones naturales de la palmera en Xishuangbanna son ahora tan reducidas que los comerciantes no pueden obtener suficientes palmeras altas y maduras para que el largo viaje merezca la pena.

En tercer lugar, los vendedores de plantas han recogido grandes cantidades de semillas, que no tienen problemas para cultivar. Un comercio fructífero de las plántulas resultantes reduciría la necesidad de recolectar la palmera en la naturaleza.

Las consecuencias de este comercio para una palmera de distribución limitada como es esta especie no auguran nada bueno para su situación en estado silvestre. Si es cierto que el comercio está disminuyendo, entonces las poblaciones de Laos y el suroeste de China podrían tener un respiro temporal de la depredación humana, pero el estado de conservación a largo plazo de la especie todavía no está claro. Se necesita más información sobre su distribución y frecuencia, así como identificar las amenazas potenciales para su supervivencia, si se quiere garantizar un futuro seguro a esta hermosa palmera ornamental.

En pocas palabras: todo lo anterior dice que P roebelenii en su hábitat es de varios tallos y mayor altura y en el cultivo mundial se presenta de tallos solitarios, más bajas y de mayor diámetro. Mucha investigación hace falta acerca de estas variantes en el hábito.

Un agradecimiento especial a Antonio Gómez Sancho que facilitara el material original y sus imágenes para este articulo.

 

 

Bibliografia

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Dransfield, J. 1992. Observations on rheophytic Palms in Borneo. Bull. Inst. Etudes Andines 21(2): 415-432.

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Loureiro, J. 1790. Flora Cochinchinensis, 614.

Magalon, M. 1930. Contribution a l’etude des Palmiers de I’Indochine frangaise. These Presentees a la Faculte des Sciences de Montpellier.

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Uhl N y Dransfield J 1987. Genera Palmarum: a classification of palms based on the work of H. E. Moore JR. Kansas: The International Palm Society & the Bailey Hortorium. Lawrence, KS.

 

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