Los derechos de las plantas

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LAS PLANTAS

Preámbulo:

Considerando que: Debido a la inmensa y alarmante desaparición de la vegetación en el mundo, sobre todo en los trópicos, donde existe una marcada abundancia de vida, los humanos que tenemos capacidad mental y raciocinio, tenemos que hablar en defensa de todos los seres vivos de la tierra y particularmente en nombre de las plantas, que es a la vez en nuestro propio interés.

Considerando que: Se ha demostrado que – a la medida que la población mundial crece – el desarrollo de los humanos ocurre a costa de la Naturaleza. Por esta razón es importante tomar medidas inmediatas para reducir los daños causados a la Naturaleza.

Considerando que: Las plantas absorben el dióxido de carbono y emiten oxígeno, el cual es vital para la vida del planeta. Los bosques tropicales son particularmente importantes por la gran producción de oxígeno al mundo.

Considerando que: Las plantas también están involucradas en el ciclo de agua. A mayor altura existen en muchos países tropicales las selvas nubladas, en las cuales nacen muchos ríos y es lógico, que la vegetación en las mismas es vital.

Considerando que: La práctica agrícola de «tala y quema» causa daño y reduce la calidad del suelo y los niveles de nutrientes, reduciendo su productividad.

Considerando que: La explotación incontrolada de madera para leña y el excesivo pastoreo de animales contribuye a la desertificación de la tierra.

Considerando que: La minería indiscriminada y el excesivo uso de fertilizantes químicos pueden contaminar los ríos, lagos y mares causando grandes cambios en el equilibrio de la biodiversidad marina, como han ocurrido con la floración catastrófica de microalgas en el Atlántico del Norte y la propagación excesiva de plantas acuáticas.

Considerando que: Los individuos del reino animal, incluyendo los humanos, viven principalmente de las plantas, aun sin ser vegetarianos 100%.

Considerando que: Las plantas son seres que responden ante una gran variedad de estímulos, perciben la luz y han desarrollado un maravilloso sistema armonioso de vida en contacto inmediato con su ambiente. Estos seres extraordinarios comparten el mundo con nosotros e inclusive comparten casi una quinta parte de sus genes con nosotros.

Declaramos estar de acuerdo con los siguientes principios y reglas:

Artículo 1. Declaramos por principio que las plantas tienen el derecho a vivir, igual que los animales, libres de explotación humana excesiva, sea en nombre de la ciencia o deporte, exhibición o servicio, alimentación o moda. La meta principal es de evitar el riesgo de extinción de cualquier especie. Una Naturaleza de vegetación sana favorece tanto los humanos como los animales.

Artículo 2. Intervenir con todos los medios para ayudar las especies en peligro de extinción.

Artículo 3. Proteger todos los lugares, incluyendo áreas remotas, con vegetación endémica, desde selvas nubladas, tepuyes y páramos, hasta playas, manglares y desiertos. Hay humedales muy frágiles igual que zonas cubiertas de vegetación cercanas a las ciudades, que deben ser protegidas.

Artículo 4. Proteger el mundo en desarrollo que todavía tiene bosques tropicales contra el uso indiscriminado de equipo mecanizado altamente destructivo, como las motosierras y aún las herramientas de menor poder destructivo como los machetes. Procurar que haya legislación contra la tala indiscriminada en esos países.

Artículo 5. No saquear los bosques de plantas endémicas para coleccionistas y no comprar plantas que hayan sido sacadas del bosque sino cultivadas; ni formar herbarios privados de plantas raras, algunas en peligro de extinción.

Artíclo 6. Eliminemos todas las expresiones despreciativas de las plantas: monte, mala hierba, maleza etc. Hay sinónimos como subvegetación , plantas invasoras, etc. y sobre todo: cada planta tiene un nombre, el llamado nombre científico, el cual consiste de el nombre del género y de la especie y además se indica a que familia pertenece. Para eso hace falta educación y respeto desde la infancia, la enseñanza primaria hasta el nivel universitario. Así aprendemos a observar, comprender y querer las plantas

Artículo 7. Evitar la crueldad contra las plantas, como podas inadecuadas, desmocha excesiva u otro procedimiento imprudente que muchas veces pueden causar la muerte de la planta.

Artículo 8. Limitar y tratar de parar el cultivo destructivo llamado tala y quema al consagrarse a las causas sociales y ecológicas subyacentes.

Artículo 9. Evitar a toda costa el uso del fuego. El fuego involucra el riesgo de propagarse a zonas de vegetación vecina y dañar para siempre la biodiversidad y el clima de la región.

Artículo 10. Recomendar métodos no degradantes como alternativas a la práctica de tala y quema, abandonar el uso del fuego, reducir el monocultivo, cambiando las especies a cultivar y conservar las bacterias que fijan nitrógeno como rhizobium y hongos como micorrizas, etc. Pedir asistencia de los expertos en la agricultura.

Artículo 11. Fomentar el cultivo de plantas alimenticias, medicinales, ornamentales y otras plantas útiles de todas clases y protegerlas contra insectos y otros animales, de modo que no sufra en ningún momento el ambiente.

Artículo 12. El botánico investigador debe estar trabajando con personas que se dedican a cuidar las plantas vivas. Las instituciones científicas, las universidades y los jardines botánicos deben disponer de horticultores entrenados y con mucha experiencia en la propagación de las plantas, que tomará en cuenta la factibilidad para el cultivo a otra altitud y en un clima diferente, o creando el ambiente adecuado.

Artículo 13. Formar bancos de semilla y germoplasma para el cuidado genético de las plantas y formar viveros en cada región con su vegetación típica, no solo para el uso del hombre para su aprovechamiento, alimentación o uso ornamental, sino para todas las plantas, como si fuera un herbario vivo y mantenerlo cuidadosamente. Fomentar el desarrollo de viveros en general.

Artículo 14. Procurar que haya continuidad en el cuidado de las plantas, tanto en colecciones públicas como en las privadas frecuentemente en cuidado de personas mayores de edad.

Artículo 15. Muchas semillas se pierden en la Naturaleza que nosotros los humanos podemos ayudar a propagar y cultivar en forma controlada.

Artículo 16. Aunque las plantas mismas tratan de curar sus heridas y enfermedades, nosotros los humanos podemos intervenir por ejemplo con selladores de heridas y fumigación. Hay expertos en esta materia, igual que hay veterinarios para los animales, para mantener saludables las plantas que nos rodean.

Artículo 17. Aplicar los principios y reglas en la Convención para Combatir la Desertificación de las Naciones Unidas (CCD) y proscribir la explotación incontrolada de madera para leña y el excesivo pastoreo de animales.

Artículo 18. Usar preferiblemente abono orgánico para el cultivo de las plantas. Las plantas muertas deben ser usadas en compost en vez de quemarlas y árboles muertos dejados en su sitio como habitat para otras especies.

Artículo 19. Plantas para el uso científico pueden ser cultivadas en viveros especiales o en los jardines botánicos. Con la ciencia moderna, sobre todo en la genética, hay una inmensa cantidad de información escondida en las plantas, que pueden ser estudiadas en beneficio de las mismas plantas y de los demás seres, incluyendo nosotros mismos.

Artículo 20. Tenemos que aprender a convivir con las plantas y particularmente con los árboles que nos proporcionan tantos beneficios. Los árboles significativos históricamente deben tener protección especial.

Artículo 21. Tratar de eliminar las causas que destruyen la capa de ozono. El deterioro de la capa de ozono es dañino al ADN, la fotosíntesis, la polinización, la germinación y el crecimiento de las plantas. Tratar de eliminar las causas del cambio climático. Ya ha sido detectado un incremento en la temperatura ambiental con cambios climáticos importantes e implicaciones a las plantas de alcance mundial.

Artículo 22. Facultar a los movimientos que defienden las plantas de expresar su criterio y tener voto a nivel del gobierno para que no siga la devastación del planeta. Podría además tener el respaldo de una organización internacional que se ocupe de los derechos de las plantas y que aplique el principio de «Reverencia a la Vida».

AVEPALMAS CENTRO UNESCO
avepalmas@cantv.net
www.avepalmas.org

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