por José Grassía
La idea en el desarrollo de este pequeño articulo es dar algunas ideas basicas y practicas acerca de cómo y cuando trasplantar las palmeras obteniendo buenos resultados.
Trasplante de palmas envasadas.
1. Cambio de envase
Comenzare por las palmas plantadas en macetas por ser el más común de los casos, pero no por ello menos delicado.
La mayoría de los aficionados a la jardinería suelen comprar sus palmeras en contenedores de pequeño o regular tamaño, acorde con el tamaño de la planta, y pronto se vuelve imperioso un cambio de envase o plantado en el suelo. Lo razonable es cambiar la palmera de envase una vez al año.
La planta en cuestión puede tratarse de una palmera de un solo tallo (unicaule) tal como Syagrus romanzoffiana (pindo), Washingtonia sp, Phoenix sp, Ravenea rivularis o de varios tallos (multicaule), como Dypsis lutescens (areca), Rhapis excelsa, pero también en muchos casos puede tratarse de una maceta con varios tallos de distintas plantas en el mismo contenedor, caso muy común al adquirir Chamaedoreas y en algunos tamaños, también D. lutescens.
Prestar atención a este detalle es importante ya que si se trata de varios ejemplares en el mismo contenedor es muy probable que al sacar la planta el cepellón se desarme con la consiguiente rotura de raíces.
Como regla general el trasplante debe realizarse sin dañar las raíces y en época calida, siendo la ideal el comienzo de la primavera. Se debe tener todos los elementos necesario al alcance de la mano y retirar la planta del actual contenedor solo para pasarla al nuevo, evitando por todos los medios que las raíces se ventilen innecesariamente.
Si Ud no es experto en trasplantes, es mejor cortar la maceta que romper las raíces.
Utilice un nuevo contenedor 50% mayor que el actual. Verifique que tenga varios agujeros de drenaje y que estén despejados. Si fuera necesario, puede realizarse nuevos agujeros, con un caño caliente o taladro, en los costados del contenedor, cerca de la base.
Coloque una capa de gravilla en el fondo tapando los agujeros de drenaje, de tal forma que el agua pueda salir y el sustrato no se filtre. A continuación coloque un tercio del sustrato y plante su palmera rellenando con nuevo sustrato a su alrededor comprimiéndolo adecuadamente.
El cepellón de la planta debe quedar tapado con el sustrato exactamente hasta el sitio donde estaba anteriormente. Riegue profusamente la maceta verificando que el agua sobrante se escurra por el drenaje. Coloque la planta a media sombra y al reparo del viento durante los próximos 15 días. Si lo considera necesario, puede aportar algún fertilizante granulado de equivalencia 15-15-15, enterrándolo en el sustrato cerca del borde de la maceta.
Si fuera necesario colocar un recipiente para la recolección del agua de riego sobrante, coloque unas piedras, tacos de madera o simplemente unas tapas de gaseosas en este recipiente y la maceta apoyada en ellos, de tal forma que el fondo de la maceta no tenga contacto con el agua acumulada, evitando de esta forma el encharcamiento de las raíces y su posible pudrición. Si la maceta estará sobre tierra, coloque debajo algún objeto que permita la ventilación del fondo de la maceta y evite la penetración de las raíces en el suelo cuando asomen por los agujeros de drenaje.
El sustrato a utilizar en las macetas debe ser suelto, esponjoso y orgánico. De no disponerse de sustrato comercial, puede hacerse una mezcla de tierra negra, arena y hojarasca en partes iguales.
Las palmeras soportan mucho mejor la falta de riego que el exceso. En caso de que falte agua la palma se desmejorara mostrándole a Ud esta situación, la cual se resuelve con un riego adecuado. En cambio, si se trata de exceso de irrigación, la planta perderá su sistema radicular por pudrición y hongos, siendo esta patología irreversible en la mayoría de los casos.
2. Cambio de maceta al suelo
Vale todo lo dicho en el punto anterior, Lo único diferente es que se debe preparar un hoyo en el suelo de tamaño algo mayor al del contenedor donde se encuentra la palma.
En este caso las cuestiones a considerar son principalmente las características del suelo y la ubicación de la palma respecto del sol.
Si el suelo es de buena calidad simplemente plante su palma, si no lo fuera, prepare un hoyo de 0,80×0,80×0,80 m y rellene con tierra orgánica algo arenosa para facilitar el enraizamiento de la palma.
Respete la profundidad del plantado, como ya se menciono y si fuera necesario coloque algún tutor adecuado durante un par de meses hasta que la palma este firmemente establecida.
Tenga en cuenta que si la planta estaba en la sombra el hecho de plantarla al sol quemara sus hojas desmejorando y estresando a la palmera. Prevea algún tipo de malla de media sombra para evitar esta circunstancia y quítela después que la palma emita nuevas hojas.
El primer riego debe ser abundante, pero los subsiguientes deben ser acorde al clima y la ubicación de la planta respecto del sol. Recuerde, que aunque Ud no lo vea, en la tierra se conserva más la humedad que en la maceta.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es la capacidad de la palma de soportar el frío y los vientos.
Plante siempre donde la planta tenga mas posibilidades de sobrevivencia, no donde quede mas bella. Consulte las fichas de las especies de palmeras para conocer cuales son las necesidades de su planta antes de decidir donde colocarla en su jardín y si fuera necesario cubrirlas durante los meses fríos, hágalo, y podrá disfrutar de su palmera durante muchos años.
Trasplante de ejemplares adultos
1- El desarrollo de la planta y éxito del trasplante
Las palmas, a diferencia de los arboles leñosos y de grandes copas, desarrollan casi totalmente el grosor de su tallo antes de comenzar un aumento de altura importante. Durante esta «fase de establecimiento» (Tomlinson 1990), la zona de iniciación de raíces, en la base del tallo, no se desarrolla todavía a pleno potencial.
Por consiguiente, las palmas no son muy tolerantes a las perturbaciones en los extremos de la raíz que acompaña a las excavaciones de un sitio de crecimiento, donde el desarrollo del tronco visible ha tenido lugar (Broschat y Donselman 1990a).
Esto es muy crítico para especies que presentan la característica de desarrollar mucho el tallo debajo de la tierra (por ejemplo, Bismarckia nobilis, Latania.spp, Sabal spp.).
Aun cuando las palmas no mueren por el trasplante prematuro, los retrocesos de crecimiento y posiblemente el menor desarrollo del tronco puede ser las consecuencias. Las palmas jóvenes (es decir, sin el desarrollo del tronco visible) solo deben trasplantarse desde recipientes.
2- Época del año y éxito del trasplante
Las palmas se establecen más rápidamente si son trasplantadas durante la primavera y principio de verano cuando las temperaturas del suelo están en aumento. Muchas palmeras tropicales y sub-tropicales reducen las funciones de la raíz cuando la temperatura del suelo esta por debajo de 18°C.
Una ventaja adicional, normalmente, es la lluvia abundante experimentada durante este tiempo, lo cual reduce la necesidad de riegos suplementarios durante los meses críticos de establecimiento. En el litoral de nuestro País, la época del año no es tan critica desde la perspectiva de la temperatura, aunque debe evitarse, en lo posible, trasplantar en medio del invierno.
3- Sistema de regeneración de la raíz y tamaño de la pelota de raíces
La investigación ha determinado que las palmas varían en su respuesta de regeneración de raíz cuando se las excava (Broschat y Donselman 1984a, 1984b, 1990b).
Para Syagrus romanzoffiana (Pindo), Roystonea regia (Imperial), Washingtonia robusta y Phoenix reclinata el porcentaje de raíces cortadas que ramifican y continúan el crecimiento es directamente proporcional a la longitud del trozo restante.
Esto explica la necesidad de extraer un cepellon lo mayor posible al excavar estas especies, al menos desde la perspectiva de supervivencia de la raíz en el nuevo emplazamiento. Se recomienda para estas especies extraer, como mínimo, con 30 cm de raíces alrededor del tronco.
Mientras que una cantidad mayor de raíces puede aumentar mucho el éxito del trasplante, el peso adicional y los costos involucrados en el transporte, no se justifican versus los costos de los cuidados posteriores al trasplante.
También deben tenerse presente que la longitud vertical de la pelota de raíces es a menudo mayor que el radio horizontal, en las palmas excavadas del campo o sitios del paisaje, de esta forma, los talones de las raíces orientadas verticalmente serán más largos que las recomendaciones mínimas.
Syagrus Romanzoffiana (Pindo) probablemente sobrevivirá con una pelota de raíces de 15 cm de radio, pero una pelota de raíces mayor asegura la supervivencia de la palma en el lugar del trasplante.
Para las dos primeras especies, las pelotas de raíces pequeñas son aceptables. Para las palmas que deben regenerar las nuevas raíces desde el tronco, tal como Copernicia alba (Carandai), deben recortarse las raíces 2 o 3 meses antes de excavar la planta para su traslado, de esta forma la palma tiene la oportunidad de emitir nuevas raíces en el cepellon.
En general, para las palmas de un solo tronco de menos de 4 m de altura, una pelota de raíces del ancho de una pala a partir del tronco, parece ser suficiente para ese tamaño y asegura la supervivencia de la planta.
En las especies multicaules, como Dypsis lutescens (Areca) o en especímenes de mayor envergadura, incrementar la pelota de raíces puede ser aconsejable para asegurar el establecimiento exitoso en el nuevo sitio de emplazamiento, que podría no ser bueno.
Una preocupación obvia para el cultivador de palmas a campo, es minimizar la pérdida de tierra del campo al excavar los ejemplares.
A continuación se detalla un procedimiento práctico que arroja excelentes resultados para el trasplante de palmeras adultas o semi-adultas.
4- Método práctico para el trasplante
Antes de extraer la palma del sitio donde se encuentra plantada debe ser podada. Esto es necesario ya que al cortar raíces para extraerla, la planta perderá hojas por deshidratación ya que el sistema radicular esta reducido y deteriorado y no puede absorber el agua necesaria para mantener su follaje. En consecuencia, la poda de las hojas más viejas ayuda a la palma a sobrevivir hasta que regenera sus raíces. Lo aconsejable es podar la mayoría de hojas, dejando solo las tres más jóvenes y el cogollo o ápice de la palma. Estas hojas deben ser atadas en conjunto para evita roturas durante el manipuleo y para que le sirvan de protección al cogollo.
Dado que los suelos del Chaco suelen tener muy poca permeabilidad a poca profundidad, se aconseja que al hacer el pozo para el plantado, se realice en el fondo una perforación con un barreno de 50 a 75 mm de diámetro, hasta llegar a suelo arenoso. Una vez retirada la mecha, rellenar con piedra partida fina para que no se desmorone la perforación.
Esta perforación rellena de piedra, actuara como desagüe del exceso de agua y evitara que las raíces de la planta se pudran y/o sean atacadas por hongos perjudiciales.
En cuanto al tamaño del pozo de plantado, debe ser lo suficientemente grande y profundo como para acomodar el cepellon que contiene a la pelota de raíces de la palmera y tener algo de sitio adicional (150 mm de cada lado) para la tierra de relleno y apisonado.
Es práctica usual entre los parquizadores enterrar demasiado las palmas, con la finalidad de evitar que se muevan o igualar las alturas con otras palmas.
La planta debe ser enterrada hasta exactamente el sitio donde se encontraba enterrada anteriormente. Si se la entierra muy superficialmente quedaran raíces destapadas con la consiguiente perdida de sistema radicular.
Si por el contrario se la entierra demasiado, se producirá una afectación en la zona de crecimiento de las raíces en la base del tronco, se producirán deficiencias nutritivas y la enfermedad de la putrefacción de las raíces y, muy frecuentemente, la perdida de la palma.
Al rellenar el pozo de plantado no deben quedar bolsas de aire y un talud debe construirse alrededor del tronco (cazoleta) para evitar que se desparrame el agua de riego. Una vez terminado el trasplante, se debe regar abundantemente para lograr el íntimo contacto entre las raíces y la tierra y la uniforme distribución de esta última.
Las plantas de gran tamaño deben ser apuntaladas para evitar el movimiento de las raíces y/o la caída de la planta por acción del viento.
El método apropiado de apoyo se ilustra en la siguiente imagen.
Pueden colocarse abrazaderas para el apoyo o atarse tacos cortos de maderas de 50 x 100 mm de espesor sobre el tronco de la palma, previo recubrirla con arpillera o papel asfáltico, y sobre estos tacos clavar la tiranteria de soporte del ejemplar.
Para ejemplares de menor tamaño puede arriostrarse la planta con cables o alambre de acero debidamente atados a estacas clavadas en la tierra a suficiente distancia del pie del tronco para asegurar la estabilidad de la palma. En todos los casos, el tronco de la palmera, donde se amarren los alambres, debe ser envuelto convenientemente con un material elastico y perdurable, para evitar dañar la corteza.
Al plantar en suelos de rellenos o compactados exesivamente (calles, caminos etc.) el pozo de plantado debe ser de por lo menos 1 m3 y en el fondo realizar la perforacion de drenaje.
Este pozo debe ser rellenado con una mezcla de tierra negra, arena de rio gruesa y hojarasca, en partes iguales. Esto asegurara la eficaz regeneracion de la raiz, el intercambio gaseoso e hidratacion de la planta.
Cuando se plantan ejemplares en canteros debe dejarse como minimo una superficie de tierra de 1m2 alrededor del tronco para el intercambio gaseoso y penetracion del agua de lluvia.