La más cubana de las palmas
EL primer árbol que contempla quien visita Cuba es la Palma Real. Resulta difícil pensar en esta isla del Caribe sin su presencia.
A lo largo del país desde el Cabo San Antonio, su extremo más occidental, hasta el más oriental, la punta de Maisí, se van viendo palmas en grupos o aisladas, dispuestas como filas de esbeltas milicianas.
La Palma Real cubana (Roystonea regia), conocida también en otros idiomas como Royal palm, Koningspalm, Palmier royal, etc., según artículo de un autorizado especialista, además de poseer importantes valores botánicos ha producido “una positiva y profunda impronta” en la sociedad cubana.
El estudioso de ese árbol, Onaney Muñiz, dice en su artículo “Homenaje a la Palma Real”:….“La región oriental de la Isla de Cuba, con cinco especies del género Roystonea, es el centro de origen, y concomitantemente el centro de variación de dicho género, cuyas diez especies viven naturalmente sólo en las Antillas y en territorio de América del Norte, América Central y América del Sur, que resultan más o menos cercanos a estas islas, distribución geográfica que refleja su origen antillano. Tiene la peculiaridad de vivir en diversidad de ecosistemas, de ahí que se le pueda encontrar insertada en varios tipos de bosques y en sabanas”….
La palma real cubana en estado natural
Roystonea regia pertenece a la familia de las palmáceas y puede alcanzar de cuarenta a cincuenta pies de altura (12 -15 m). Sus hojas sirven para dar sombra al tabaco y techar las viviendas, el tronco proporciona tablas para casas y muebles, la parte ancha de las hojas (yaguas) se utiliza para envasar el tabaco en rama; de sus frutos llamados palmiche, se alimentan los animales y son una excelente ceba para los cerdos, además de ser una planta melífera entre otros usos.
Según el reconocido científico cubano Juan Tomás Roig y Mesa, se decía que sólo existía una especie de Roystonea o Palma Real en Cuba, pero estudiosos minuciosos de las palmas cubanas demostraron que son varias las especies y variedades de palmas reales.
El propio Muñiz indica que no obstante ser una planta endémica, hasta donde se conoce, pequeñas cantidades de ella viven fuera de Cuba…. “donde ocupan áreas restringidas de solo tres países, México, en el noreste del estado de Yucatán, Islas Caimán en la Isla de Gran Caimán y en Estados Unidos en la región extrema sur de la Florida”…
Reconocida por los cubanos como la reina de los campos por su majestuosidad y belleza, además de la utilidad que reporta,
la Palma Real es el más numeroso de los árboles del país.
No por gusto es el árbol nacional y aparece en el escudo de la república.
Cuando los colonizadores llegaron a esta nación en el siglo XV, los aborígenes vivían en bohíos, que es como se llaman aquí a las chozas de tablas de palmas, techo de guano y paredes de yagua, estructura que se expandió por todo el campo cubano.
Roystonea regia en el habitat. Cuba
Todavía este tipo de vivienda puede verse disperso en los lugares más intrincados y abruptos del territorio donde muchos de nuestros campesinos aún viven en bohíos, especialmente en las zonas montañosas.
Muchas localidades del archipiélago cubano han eliminado grandes cantidades de poblaciones de Palma Real a favor de planes de desarrollo agrícola industrial y para la urbanización de las zonas rurales. Se han levantado nuevos pueblos y trazado carreteras donde sólo había bosques con predominancia de la palma. No obstante, si se atraviesa la Isla de un lado a otro, todavía pueden verse innumerables palmares a ambos lados de la carretera.
Cultivo de R regia
Texto: Lisanka Gonzalez Suarez
Imagenes: Jose Grassia